POBREZA EN TU TAZA
POBREZA EN TU TAZA
LA CRISIS ENTERRADA
El futuro de 900 millones de
agricultores ante las reglas injustas del comercio internacional
El mercado mundial del café
está saturado: se produce mucho más del que se consume. El precio que reciben
los productores equivale al 25% del precio del grano en 1960. Muchos reciben
menos de lo que les ha costado cultivarlo, mientras las empresas
transnacionales obtienen beneficios sin precedentes. Los organismos oficiales
ignoran el problema, dando la espalda a 25 millones de familias campesinas. "trabajar con otros
para combatir la pobreza y el sufrimiento".
Los perdedores de un mercado
fuera de control El desplome de los precios ha sumido a los productores en la
pobreza. En Centroamérica, donde gran parte de los agricultores dependen del
café, en 2002 el empleo fijo cayó un 54% y el temporal más del 21%. En
Guatemala, 5.000 familias dependen de donaciones de alimentos para no morirse
de hambre. En Camerún, Costa de Marfil y Tanzania muchos productores se han
visto obligados a abandonar la producción de café. Multinacionales, las grandes
beneficiadas de la crisis ● Las compañías tostadoras y distribuidoras compran
cada vez más barato mientras mantienen sus precios de venta al consumidor. ●
Kraft, Nestlé, Sara Lee y Procter&Gamble controlan el 40% del negocio
mundial del café. El margen de beneficios de Nestlé supera el 20%, mientras en
Dak Lak (Vietnam) el precio que reciben los productores apenas cubre el 60% del
coste de producción. Con este objetivo, la campaña de Oxfam Internacional por
un Comercio con Justicia lanzó una iniciativa en 2002 a la que se han unido más
de 100 organizaciones. Se han logrado avances significativos: ● Varios
gobiernos (entre ellos el de España) han mostrado su compromiso por encontrar
una solución a la crisis. ● EE UU se va a reincorporar a la Organización
Internacional del Café. ● Varias tostadoras han introducido ya medidas para
mejorar el precio que pagan a los proveedores. ● La Comision Europea ha
desarrollado un Plan de Acción para paliar la crisis de las materias primas. ●
Productores, organizaciones de pequeños agricultores, consumidores, ONG y
tostadoras están desarrollando un código de conducta para la producción y
comercio del café. ● Empresas como Starbucks y Procter&Gamble han aumentado
sus ventas de café de Comecio Justo. En 2003, en EE UU los ingresos por ventas
de café de Comercio Justo aumentaron un 90% y en el Reino Unido un 48%. Pero
aún hay más promesas que acciones. Es necesario: ● Que las empresas tostadoras
garanticen que los productores reciben un precio digno por el café y que
incrementen sus ventas de café de Comercio Justo. ● Que países productores y
consumidores acuerden esquemas de gestión de la oferta que ayuden a
reequilibrar los precios. Fin ● L c m r c m ● L r m f b ● L d Para más
información: Pobreza en tu Taza: la verdad sobre el negocio del café. Oxfam
Internacional (2002) “Si les interesan nuestros problemas, si pueden escuchar
nuestras palabras, sean justos y ayúdennos a subir nuestro precio”. Peter
Kafuluzi, productor de café de Uganda
UN PRECIO DIGNO PARA LOS
PRODUCTORES
Con este objetivo, la campaña
de Oxfam Internacional por un Comercio con Justicia lanzó una iniciativa en
2002 a la que se han unido más de 100 organizaciones. Se han logrado avances
significativos: ● Varios gobiernos (entre ellos el de España) han mostrado su
compromiso por encontrar una solución a la crisis. ● EE UU se va a reincorporar
a la Organización Internacional del Café. ● Varias tostadoras han introducido
ya medidas para mejorar el precio que pagan a los proveedores. ● La Comisión Europea ha desarrollado un Plan de Acción para paliar la crisis de las materias primas. ● Productores, organizaciones de pequeños agricultores, consumidores,
ONG y tostadoras están desarrollando un código de conducta para la producción y
comercio del café. ● Empresas como Starbucks y Procter&Gamble han aumentado
sus ventas de café de Comercio Justo. En 2003, en EE UU los ingresos por ventas
de café de Comercio Justo aumentaron un 90% y en el Reino Unido un 48%. Pero
aún hay más promesas que acciones. Es necesario: ● Que las empresas tostadoras
garanticen que los productores reciben un precio digno por el café y que
incrementen sus ventas de café de Comercio Justo. ● Que países productores y
consumidores acuerden esquemas de gestión de la oferta que ayuden a
reequilibrar los precios.
Agricultura y pobreza extrema
La agricultura es el sector productivo más
importante. Toda la población mundial se alimenta de ella, y la mitad depende
del campo para subsistir. A pesar de ello, dos de cada tres personas que viven
en la pobreza pertenecen al medio rural. En África subsahariana, donde 198
millones de personas pasan hambre, el 70% del empleo está ligado al sector
agrario. Las economías de los 30 países más pobres del mundo dependen de la
exportación de materias primas como el café, el cacao, el azúcar o el algodón.
La agricultura tiene el potencial de sacar de la pobreza y el hambre a gran
parte de la humanidad, pero las reglas del comercio lo impiden.
El hundimiento de los precios
de las materias primas, las políticas agrarias de los países ricos y las
injustas normas del comercio internacional han provocado una crisis sin
precedentes en el sector agrario, atrapando a cientos de millones de campesinos
que no pueden escapar de la pobreza. La situación de las comunidades pobres se
ve agravada por el abandono al que está sometido el sector rural por parte de
sus propios gobiernos. Esto hace que se tengan que enfrentar a problemas como
la falta de acceso a la tierra, el agua o el crédito; la ausencia de carreteras
y otras infraestructuras; una regulación del mercado escasa y negligente;
corrupción y burocracia o ausencia de servicios educativos y de salud. A todo
ello se suma la falta de compromiso de los países ricos con la erradicación de
la pobreza, como muestra el descenso progresivo de la ayuda al desarrollo
destinada al sector rural, el fracaso a la hora de resolver el problema de la
deuda externa o las condiciones que imponen los Organismos Internacionales
Financieros para la concesión de nuevos créditos.
Sin olvidar la importancia de
todos estos factores, el comercio agrario es clave para acabar con la pobreza
rural. Sin unas reglas comerciales justas ningún esfuerzo por reducir los
niveles mundiales de hambre y miseria tendrá éxito. estudios intermón oxfam 14
● noviembre 2004 3 OBJETIVO: HONG KONG 2005 La VI Conferencia Ministerial de la
OMC, (diciembre de 2005) marcará las reglas del juego en el comercio agrario
para los próximos 15 años. Es la última oportunidad que tienen Estados Unidos,
la Unión Europea, Canadá, Japón y otros países ricos para establecer unas
reglas comerciales justas y desbloquear el desarrollo de los países pobres. La
presión de los grandes propietarios y empresas de los países ricos para mantener
sus privilegios lo ha impedido hasta ahora. ¡2005 es el año clave para millones
de campesinos
La agricultura en los países pobres:
Cosechar miseria Cientos de
millones de campesinos y trabajadores rurales viven en regiones que dependen de
la agricultura como única fuente de ingreso. En los 30 países más pobres del
mundo la venta de materias primas como el café, el cacao, el arroz, el algodón
o el azúcar, supone el 70% de su riqueza, casi siempre concentrada en un puñado
de productos. En Uganda, Costa de Marfil o Ruanda la dependencia ronda el 90% y
se concentra en un solo cultivo. Sus economías están íntimamente ligadas a la
evolución de los precios de las materias primas, que han venido cayendo desde
los años 70, a menudo en medio de una fuerte inestabilidad. En el caso del
cacao, la caída en términos reales fue de un 7% anual... ¡durante 24 años! El
precio del café se desplomó un 77% entre 1997 y 2001 llegando al nivel más bajo
en 30 años, el del algodón ha caído a la mitad desde mediados de los 90, mientras
que el del arroz se ha reducido en un 61% desde 1980. Los últimos esfuerzos por
regular el mercado y garantizar precios dignos a los productores de materias
primas como el café o el cacao tuvieron lugar en los años 70. Desde entonces,
cientos de millones de productores han quedado en manos del “libre comercio”,
en el que un puñado de empresas transnacionales controla el mercado para cada
uno de estos productos. Son las grandes beneficiarias de la crisis de las
materias primas, al comprar cada vez más barato a los campesinos, sin que ello
se refleje en el precio de venta al consumidor. Agencias de NN UU, expertos y
ONG coinciden en que cualquier solución duradera a la crisis de las materias
primas pasa por recuperar algún mecanismo regulador de la oferta y la demanda
mundiales, además de ofrecer alternativas económicas para los países
productores. Sin embargo, este consenso contrasta con el nulo apoyo político de
gobiernos e instituciones internacionales a cualquier iniciativa para regular
el precio de las materias primas agrarias.
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