COLOQUIOS DE CAFÉ 18-11-2.009

“Es justo que el pobre mejore su situación económica, pero no es justo utilizar la fuerza para perjudicar a otras personas” Arnold Krumn-Heller.


“Presumo” que debemos estar alerta, porque las pezuñas de las bestias apocalípticas pretenden arrasar con la “Tierra de Gracia”. “Supongo” que el imperfecto Estamento Legal, característico de la democracia de la cual disfrutábamos, ahora está siendo manipulado en su espíritu y propósito. Los viejos conceptos de las palabras son adaptados a fines, metas y objetivos pre determinados, y pretenden obviar, omitir y manipular hechos históricos, algunos de reciente data, para imponer dogmas y someter a los pueblos en nombre de los pobres.

Los venezolanos siempre estábamos prestos a ayudar, abríamos nuestras puertas y nos acogíamos. El precepto de qué, ser rico es malo, no nos afectaba. Mejorábamos nuestra calidad de vida a través del estudio, del trabajo, y con la conjunción de ambos. Conozco a hijos de peones analfabetas con gran sapiencia, que vinieron a la casa del dueño de la finca, ubicada en la ciudad, y estudiaron; se hicieron profesionales y luego fueron o son la fortaleza, de quienes por tener un poco más de bienes, hicieron posible su superación. Otros se destacaron utilizando su voluntad y esfuerzo como único carnet de presentación, y lograron ser médicos, contadores, administradores, ingenieros, enfermeras, generales, almirantes, magistrados de la Corte Suprema de Justicia, científicos, intelectuales, etc. “Ahora son oligarcas, producto del capitalismo”. No es que nunca hayamos tenido una Ley de Desarrollo Agrícola… es que los productores de alimentos nunca hemos tenido un Estamento Legal que garantice nuestros derechos humanos, y somos el génesis de la vida; “porque sin agricultores no hay comida”. En la mayoría de las dictaduras a los agricultores se nos trata como Conejillos de India en los tubos de ensayos de las situaciones políticas que denominan “Revolución”. Comienzan con innovar sobre la manera de como confiscar el derecho “generacional” sobre la propiedad de la tierra. Única forma de la cual disponemos para lograr nuestra seguridad social (y la de nuestras familias); cercenándonos la satisfacción de nuestros derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a nuestra dignidad y al libre desarrollo de nuestra personalidad; de nuestro derecho al trabajo, de la libre elección del trabajo, de tener condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y la protección contra el desempleo; de la remuneración equitativa y satisfactoria, que nos asegure una existencia conforme a la dignidad humana; que debería ser completada, en caso necesario, por cualquier otro medio de protección social; del derecho a tener un nivel de vida adecuado que nos asegure, el acceso a la salud, y al bienestar, y en especial a la alimentación, al vestido, la vivienda, la asistencia médica y a los servicios sociales necesarios; al derecho a tener un seguro en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de los medios de subsistencia por circunstancias independientes a nuestra voluntad… “Derechos Humanos Fundamentales”

No debemos olvidar que los derechos se ejercen… no se mendigan; que los tratados internacionales suscritos por Venezuela tienen jerarquía constitucional, y no provienen del capricho de algún caudillo y qué, delitos tipificados como crímenes… no prescriben. Los hechos parecen demostrar la entrega de nuestra soberanía y seguridad alimentaria; confirmada por la verborrea de algunos funcionarios que aseveran que el pueblo está siendo abastecido con las importaciones; pagándose a productores de otros países lo que se confisca a los nuestros. Pero, también se asevera que estamos importando sicariato, secuestro, narcotráfico y extorsión entre otros delitos con los cuales nos imponen el TOQUE DE QUEDA, que nos encarcela, cada vez más, tras rejas y/o cercos eléctricos, característicos del holocausto hitleriano. ¿Responsables?